martes, 12 de agosto de 2014

MODOS DE ACCIÓN DE LOS ONCOGENES EN TUMORES HUMANOS ASOCIADOS

1. FACTORES DE CRECIMIENTO

   Son polipéptidos secretados por las células, cuya función es unirse a un receptor específico y estimular el crecimiento celular.
La activación de los protooncogenes supone una estimulación autocrina (sobre la propia célula) o paracrina (sobre células vecinas) de la producción de factores del crecimiento.
Muchas células cancerosas, adquieren la capacidad para sintetizar los mismos factores de crecimiento a los que responden, generando un ciclo autocrino.

  En la mayoría de los casos no está alterado ni mutado el propio gen del factor de crecimiento. Más frecuentemente, los productos de otros oncogenes que se sitúan a lo largo de muchas vías de transducción de señal causan una sobreexpresión de los genes de factor de crecimiento, forzando así las células a secretar grandes cantidades de factores de crecimiento, como TGF-a o factor de crecimiento derivado de las plaquetas (PDGF).
No obstante, la producción incrementada de factor de crecimiento no es suficiente para la transformación neoplásica. Con toda probabilidad, la proliferación conducida por factor de crecimiento contribuye al fenotipo maligno mediante un incremento del riesgo de mutaciones espontaneas o inducidas en la población celular en proliferación.



2. RECEPTORES DE FACTORES DE CRECIMIENTO

   Los receptores de factores de crecimiento, que ocupan la posición siguiente en la cascada de señales que va desde el exterior celular al interior para la regulación de su crecimiento, diferenciación y apoptosis, pueden ser otro de los eslabones que fallan en un proceso canceroso. Un ejemplo importante dentro del grupo de protooncogenes que codifican receptores de factores de crecimiento es el gen erbB, que se encuentra frecuentemente amplificado en tumores humanos. El oncogén erbB deriva del gen celular normal, que codifica el receptor de membrana del factor de crecimiento epidérmico (EGF). Su activación por amplificación génica se da en un amplio número de tumores, generalmente provoca una sobreexpresión de su producto, por lo que se producen elevados niveles del receptor.

   El oncogén erbB se puede activar también por la deleción del dominio de unión de su ligando, en el extremo amino terminal, como erbB-2kitmetret y trk. Así pues, la versión oncogénica del erbB produce un receptor sin la región de unión a su ligando (el EGF). Aunque el erbB oncogénico presenta también otras mutaciones, parece ser que es esta deleción amino-terminal la principal responsable de su capacidad para transformar células normales en cancerosas. En la ruta normal, la unión del EGF regula la actividad tirosina quinasa del receptor, promoviendo las acciones posteriores de la cascada, de forma que en ausencia del EGF no hay actividad tirosina quinasa. En su versión oncogénica se produce una activación constitutiva de esta actividad tirosina quinasa de proteínas, independientemente de que se una el EGF o no. Por tanto, esta continua actividad fosforilando proteínas de la cascada sería la responsable de la proliferación anormal que conduciría a una neoplasia.

3. PROTEÍNAS IMPLICADAS EN LA TRASNDUCCIÓN DE SEÑAL

   Estas proteínas se localizan estratégicamente en la capa interna de la membrana plasmática, donde reciben señales del exterior de la célula y las transmiten al núcleo de la célula. Bioquímicamente las proteínas transductoras de la señal son heterogéneas. Uno de los mejores ejemplos de una oncoproteína transductora de señal es la familia RAS de proteínas que se unen a la guanosina trifosfato (GTP).

Oncogén RAS

  La mutación puntual de los genes de la familia RAS es la anomalía aislada más frecuente de los protooncogenes en tumores humanos. Existen tres en el genoma humano: HRAS, KRAS, NRAS. Ras tiene un importante papel en las cascadas de señales a favor de corriente de los receptores de factor de crecimiento, dando lugar a mitosis. Las proteínas RAS normales están unidas a la cara citoplasmática, así como a las membranas del retículo endoplásmico y el aparato de Golgi. Pueden activarse mediante la unión del factor de crecimiento a receptores de la membrana plasmática. RAS es un miembro de una familia de proteínas G pequeñas que se unen a los nucleótidos de guanina. Las proteínas RAS oscilan entre un estado excitado de transmisión de la señal y un estado quiescente.

  En el estado inactivo, las proteínas RAS se unen a GDP. La estimulación de las células mediante factores de crecimiento conduce al intercambio de GDP por GTP y los consiguientes cambios de conformación que general el RAS activo. El RAS activado estimula los reguladores de la proliferación a favor de corriente, como la cascada de la proteína cinasa activada por mitógenos (MAP), que inunda el núcleo de señales para la proliferación celular.

    El ciclo ordenado de la proteína RAS depende de dos reacciones:
  •        Intercambio de Nucleótidos (GDP por GTP) que activa la proteína RAS.
  •       Hidrolisis de GTP, que convierte el RAS activo unido a GTP, en la forma inactiva unida a GDP.

   La eliminación de GDP y su reemplazo por GTP durante la activación de RAS están catalizados por una familia de proteínas liberadoras de nucleótidos de guanina. Inversamente, la actividad GTPasa a las proteínas RAS normales es acelerada por las proteínas activadoras de GTPasa (GAP). Estas proteínas ampliamente distribuidas se unen al RAS activo y aumentan su actividad GTPasa más de 1000 veces, conduciendo a una terminación de la transducción de la señal. Por tanto las GAP funcionan como un “frenos” que evitan la actividad RAS incontrolada.

  Se han identificado varias mutaciones puntuales de RAS diferentes en las células cancerosas. Los residuos afectados se sitúan en el bolsillo de unión de GTP o bien en la región enzimática esencial para la hidrólisis de GTP y, por ello reducen considerablemente la actividad GTPasa de la proteína RAS. El RAS mutado queda atrapado en su forma activada unida a GTP y la célula se ve forzada a un estado continuo de proliferación. Las consecuencias de las mutaciones de la proteína RAS serian imitadas por mutaciones de GAP que no consiguen activar la actividad GTPasa y por tanto, refrenan las proteínas RAS normales.


    Modelo de la acción de los genes RAS. Cuando una célula normal es estimulada a través de un receptor de factores de crecimiento, RAS inactivo se activa hasta un estado unido a GTP. RAS inactivo recluta RAF y estimula la vía de la MAP-cinasa para transmitir señales promotoras del crecimiento al núcleo. La proteína RAS mutada está permanentemente activada debido a la incapacidad para hidrolizar la GTP, conduciéndose a una estimulación continua de las células sin ningún desencadenante externo. El anclaje de RAS a la membrana celular mediante la molécula de farnesil es esencial para su acción.

4. PROTEÍNAS REGULADORAS NUCLEARES

  El gen c-myc es uno de los más importantes protooncogenes que codifican proteínas nucleares. Los productos proteicos del c-myc y otros genes myc, así como de muchos otros protooncogenes, regulan la transcripción de una cohorte de genes diana en el núcleo uniéndose a la secuencia de ADN de estos últimos, permitiendo o impidiendo su transcripción.

  La familia de genes Myc contiene al menos siete genes relacionados de forma estrecha,MycNmycLmycPmycRmycSmyc y Bmyc, estos genes codifican factores de transcripción del tipo cremallera de leucina, de forma que están relacionados con la expresión de determinados genes.

   El gen myc está implicado en el control de la proliferación normal, transformación y diferenciación; el myc en células no transformadas es un factor de crecimiento esencial para la progresión dentro del ciclo celular. Niveles elevados de su producto génico aceleran el crecimiento, mientras que una downregulation de la expresión del mycnormalmente se corresponde con el comienzo de la diferenciación y su expresión constitutiva interfiere con la diferenciación normal.

    Ejemplo de proteínas nucleares relacionadas con el control del reloj celular es la codificada por el gen erbA, que es un receptor de hormonas tiroideas. Es interesante destacar que el erbA parece no inducir directamente la transformación maligna por sí mismo, sino que potenciaría la capacidad transformante del erbB en células eritroides.

   La mayor diferencia entre la proteína del oncogén erbA respecto al receptor de hormonas tiroideas normal es que ha perdido la posibilidad de unir hormonas tiroideas, presumiblemente como consecuencia de múltiples mutaciones en su dominio carboxi-terminal de unión a su ligando. Así, la proteína de la versión oncogénica del erbA actúa como un represor constitutivo de genes inducibles por hormonas tiroideas independiente del control de tales hormonas.

    El gen Bcl-1 es un oncogén que codifica la ciclina D1. En varias transformaciones malignas de las células B, en leucemia linfoide crónica y la leucemia mieloide múltiple, se produce la activación del oncogén ras por translocación entre los cromosomas 11 y 14. En algunas líneas celulares de cáncer de mama se ha podido observar la sobreexpresión de este gen o un aumento de la estabilidad relativa de los transcriptos del mismo. La ciclina D1 activa la cdk-4, que interviene en la fosforilación del pRB y da como resultado un aumento de la proliferación celular.



5. REGULADORES DEL CICLO CELULAR

PUNTOS DE CONTROL O VERIFICACIÓN DEL CICLO CELULAR:

  Los puntos de control, puntos de verificación o puntos de chequeo del ciclo celular son mecanismos de control que aseguran la fidelidad de la división celular en células eucarióticas.

  Estos puntos verifican si los procesos en cada fase del ciclo han sido correctamente completados antes de entrar en la próxima fase.

   Una función importante de varios puntos de verificación es determinar la presencia de daños en el ADN. Cuando se detectan tales daños, los puntos de verificación utilizan mecanismos de señalización para detener el ciclo hasta que se realice la reparación debida, o en caso de que no se puedan reparar los daños, destinar la célula para su muerte por apoptosis.

   Existen varios puntos de verificación del ciclo, de los cuales los principales son los siguientes:

  •         Punto de Restricción (Punto R)
  •         Punto de Verificación G2
  •         Punto de Verificación Transición Metafase-Anafase


El punto R. Es el primer punto de verificación ubicado al final de la fase G1 justo antes de entrar en la fase S. Es un instante crucial del ciclo en el cual la célula decide si debe o no avanzar en la prosecución del ciclo. La mayoría de las células se paran en esta etapa y entran a la fase G0. Por ejemplo, las células del hígado solo realizan mitosis en promedio una vez por año. Entre los factores verificados en el punto R están la presencia de los factores de crecimiento necesarios, el tamaño celular, la presencia de daños en el ADN y la disponibilidad de nutrientes en la célula. El punto R es en donde las células eucarióticas paran el ciclo celular si las condiciones ambientales hacen la división celular imposible o si la célula debe permanecer en G0 por un tiempo prolongado. La detección de daño celular en el punto R activa a p53, proteína que favorece la reparación el DNA, lo cual detiene el ciclo promoviendo la apoptosis.

El punto de verificación G2. Este punto está ubicado al final de la fase G2 y es responsable de iniciar la fase M (mitosis). La célula verifica si ha alcanzado el tamaño adecuado, si hay o no daños en su ADN y si la replicación de la fase s ocurrió sin errores. Si se pasa la prueba, la célula inicia una serie de procesos moleculares que señalizan el inicio de la mitosis.

El punto de verificación transición metafase-anafase. Este punto de control ocurre en metafase luego de la alineación de los cromosomas en el huso mitótico. Se monitorea la alineación y anclaje correctos de los cromosomas a través del huso mitótico y asegurar así que en anafase cada célula hija reciba un juego completo de cromosomas.

Estímulos externos. Las células normales se reproducen en respuesta a una "cascada" de señales que les envían los factores de crecimiento externos y detienen su división en respuesta a factores inhibidores que, obviamente, actúan también por medio de una cascada de señales. Las sustancias inductoras externas pueden provenir de células vecinas o de grupos celulares distantes (secreción endócrina). Estas sustancias actúan a nivel del punto de control G1, activan la síntesis de ciclinas y está la de la fase S.



  La mayoría de las moléculas de señalización extracelular que afectan la división crecimiento y supervivencia celular son proteínas solubles secretadas por otras células o presentes en la matriz extracelular:

Mitógenos. Sustancias (mayormente proteínas) que estimulan la división celular contrarrestando los mecanismos intracelulares de freno que bloquean la progresión del ciclo celular

Factores de Crecimiento. Estimulan el crecimiento celular (aumento de la masa celular) mediante la promoción de la síntesis y la inhibición de la degradación de proteínas y otras macromoléculas.

Factores de Supervivencia. Promueven la supervivencia celular por supresión de la apoptosis. Estas categorías no se excluyen mutuamente ya que numerosas moléculas de señalización cumplen más de una de las funciones señaladas.

Frenos a la división celular. Un importante regulador del ciclo celular lo constituye una proteína denominada p53, la cual por un lado ejerce un control de tipo negativo frenando la división a nivel de G1, antes de punto R. Esta proteína es sintetizada por la propia célula en respuesta a la aparición de alteraciones del ADN, se origina por codificación del gen p53 perteneciente a la categoría de genes supresores de tumores. La p53 hace que se expresen otros genes de proteínas reguladoras como los p21 y p16 que bloquean la actividad de la cdk2. Las células, al no replicar su ADN se estabilizan en la fase G1. Si el ADN replicado tiene un daño peligroso para las células hijas, la proteína p53 se encarga de la muerte celular o apoptosis (muerte celular programada).

   Existen otras importantes proteínas reguladoras de la proliferación celular, una de ellas es la Rb (por el tumor de retina denominado retinoblastoma) deriva del gen Rb, que también es supresor de tumores. Por otra parte, diversas proteínas reprimen el ciclo al actuar como inhibidores.

   Las proteínas p15 y p16 bloquean la actividad del complejo CDK-ciclina D. Otro inhibidor de CDK, la proteína p21 actúa a lo largo de todo el ciclo celular. 

   La p21 está bajo el control de la proteína supresora de tumores, p53, que entre sus múltiples efectos pueden mencionarse:

·         Control de la integridad del ADN
  • ·         Terminación correcta de las diferentes fases del ciclo
  • ·         Detención del "crecimiento celular" (duplicación celular) o senescencia 
  • ·        Puesta en marcha del suicidio celular o apoptosis, cuando existe daño en el ADN o los sistemas de control se desrregulan.

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